Melilla a Caballo

Quien es Maika!

Nací en Pontevedra, Galicia el 17 de Noviembre de 1999.

Recuerdo mi infancia como la mejor del mundo aunque llegados los 8 años empecé a sufrir varios acosos escolares tanto físicos como psicológicos pero gracias al apoyo incondicional de mi familia y del deporte conseguí adelantarlos por la derecha.
A los 9 años me diagnosticaron TDAH y TCA y sinceramente no habría salido hacia delante ni sería quien soy sin todo el deporte que he estado practicando a lo largo de mi vida.
Considero a ciencia cierta y lo digo bien alto que para mí la Gimnasia Rítmica y la Asociación ADAHPO me devolvieron las ganas de vivir, me hicieron ver que podía conseguir todo aquello que me propusiera.


Me considero una persona inquieta, hiperactiva y sobre todo muy ambiciosa puesto que no paro hasta conseguir mis objetivos.
A lo largo de mi carrera deportiva he tenido que superar varios obstáculos que sí es cierto qie en ocasiones me ha dado ganas de tirar todo mi esfuerzo por la ventana. Entré en un Club de Gimnasia Rítmica a los 9 años, a los 13 empecé a competir a nivel nacional, a los 15 tuve la gran oportunidad de ser gimnasta internacional participando en los juegos deportivos de Verano de Atacama (Chile) consiguiendo así mismo un segundo puesto en mazas y un primer puesto en manos libres.
A los 16 años me dieron un golpe que no supe por dónde me venía y los médicos me dijeron que lo más probable era que me tendría que despedir del deporte y de mis seres queridos puesto que tuve un derrame cerebral a causa de una maza en un entrenamiento, el cual era inoperable. Pero como digo y tal como llevo grabado en mi piel me considero una persona resiliente y en mi mente no entraba la posibilidad de que todo mi mundo acabara ahí.
A los 18 años me tuvieron que operar del ojo derecho por un desprendimiento de retina el cual me dejó ciega del mismo haciéndome dejar la gimnasia (según los médicos) de por vida. Como digo yo no me rindo tan fácilmente y 4 años después, teniendo una hija increíble volví a competir demostrando lo que valía quedando primera en mi categoría.
Después de eso me retiré y empecé con la equitación, el único deporte como la gimnasia que me hace sentir libre, feliz y completa.
Mis médicos siempre me han recomendado hacer un deporte que me llene y me ayude y la equitación es un deporte que para las personas con TDAH (como yo), nos hace sentir relajadas y concentradas. A día de hoy doy gracias a mis padres, mi hermano, mi marido y mi hija por el apoyo tan grande que recibo de ellos día tras día, porque sin duda SIN ELLOS nada de esto sería posible.